Soy parte del movimiento estudiantil en Venezuela que es la suma de los movimientos estudiantiles en más de 80 universidades y liceos en todo el país, unidos por ideas como democracia, derechos humanos, libertad de expresión, el desarrollo y la superación de la pobreza. Nuestra organización se basa en los representantes estudiantiles y las federaciones de estudiantes de cada universidad, que son democráticamente electas por más de 60.000 estudiantes que participan activamente y se movilizan en las calles.

Su importancia viene dada por el hecho de que el 60% de la población de mi país es menor de 30 años de edad. El movimiento estudiantil, según todas las encuestas, es la institución de más alto rango del país, con más del 80% de las tasas de aprobación de toda la población.

Permítanme contarles un poco acerca de mi país, la democracia en Venezuela se implantó en 1958 y durante años no éramos sólo un ejemplo para la región, sino también un refugio a quienes huían de las dictaduras sangrientas o de la guerra. Como ustedes saben Venezuela tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo.

Irónicamente, nuestro país es pobre. Según un estudio realizado por la prestigiosa Universidad Católica en Venezuela, el 48% de la población vive en pobreza o pobreza extrema. Otro 35% está sobre la línea de la pobreza, pero definitivamente no son considerados como clase media. Esto indica que 83% de la población tiene serios problemas económicos. De acuerdo con este estudio, históricamente la pobreza en Venezuela se ha tratado sobre sus consecuencias y no sobre sus causas. Esto no ha cambiado.

La democracia se debilita cuando no entrega buenos servicios sociales, esa es la razón por la cual, según algunas investigaciones, como en el PNUD de las Naciones Unidas o más recientemente Latinobarómetro, que es una ONG de prestigio de Chile, un sector importante de la población en nuestro continente prefieren el crecimiento económico sobre la democracia. Por suerte, ese número ha bajado, tal vez en parte por las lecciones que países como Indonesia o la India están dando al mundo. Pero me gustaría hacer hincapié en que a pesar de la crisis social, Venezuela es uno de los 5 países de la región que valora más la democracia por encima de todos los otros indicadores. No estamos dispuestos a sacrificarla por un mayor crecimiento económico. Para los venezolanos, como Amartya Sen dijo en el discurso inaugural del Movimiento Mundial por la Democracia, la Democracia no es un lujo.

En Venezuela, estamos experimentando un re-significación de lo político y ese fenómeno es más significativo en la juventud, en el último año las investigaciones de Latinobarómetro dan como resultado, que para los latinoamericanos, los jóvenes Venezolanos son los más comprometidos y solidarios. Cuando la encuesta preguntó sobre cómo los latinos obtienen información sobre la política, la tercera mención después de la televisión y la radio fue la familia. Esto demuestra valores y que en nuestra región estamos experimentando una reinterpretación de nuestro rol como ciudadanos responsables.

Estoy convencido que la información ayuda a formar conciencia, que es esencial para la democracia. En consecuencia, menos información es menos conciencia, menos democracia. Desde 2007 hemos presenciado muchos ataques a la información por parte del gobierno, que viene en el marco de un comportamiento despótico, anti-democrático y autoritario. Cerraron el mayor canal de televisión y más de 36 emisoras de radio, los periodistas han sido golpeados e incluso el presidente de un canal de televisión estuvo preso por emitir sus opiniones en un foro internacional como este.

En este momento, un ex candidato presidencial y ex presidente de la Asamblea Nacional está en la cárcel por compartir su opinión en un programa de televisión. Como dijo Anwar Ibrahim, libertad de expresión, pero no después de la expresión. Los estudiantes nos hemos puesto de pie en contra de estas prácticas, y hemos tenido manifestaciones masivas y pacíficas en las calles. Gases lacrimógenos, perdigones, amenazas, la cárcel e incluso la muerte, como en el caso de Jesús Ramírez, ha sido su respuesta, en lugar de diálogo y entendimiento.

La democracia se basa en el Estado de Derecho y el respeto a la Constitución. Nuestra Constitución fue reformada en 1999 con la llegada de Chávez al poder. Trató de reformarla de nuevo en 2007, propuesta que fue rechazada por el pueblo en un referéndum. Propuso entonces una enmienda constitucional y una nueva ley de educación. Hemos estado protestando y reforzando a través de varias campañas, la necesidad de salir a votar en contra de esas iniciativas y de organizarnos para supervisar las elecciones. Pero hemos pagado un alto precio. Además de la represión, un estudiante pasó alrededor de dos meses en una de las cárceles más peligrosas del mundo por su participación en una de las manifestaciones pacíficas. Hicimos una huelga de hambre y tuvieron que dejarlo en libertad. Éramos cientos de estudiantes a nivel nacional en esa pacífica pero extrema medida de protesta.

La democracia se basa en la justicia y la independencia de poderes. Hace cuatro meses una juez tomó una decisión sobre dejar ir a un preso político que había pasado 2 años en la cárcel sin una audiencia, una decisión tomada sobre la base de nuestra Constitución. 15 minutos más tarde, la juez estaba en la cárcel. Increíblemente, ahora está cumpliendo su sentencia junto a las presas que ella puso en la cárcel y por eso su vida es amenazada con frecuencia, el presidente, en cadena nacional de radio y televisión pidió una condena de 30 años para ella. Hace 2 semanas estuvimos en la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos para establecer nuestra posición con respecto a las violaciones de la justicia y la criminalización de la protesta. Hay una larga lista de violaciones y muchos otros ejemplos, pero me faltaría el tiempo para describirlas todas.

Les aseguro que vamos a seguir defendiendo nuestra democracia de manera pacífica. Estamos comprometidos con el desarrollo de nuestro país y con la superación de la pobreza. Trabajar para y por los más necesitados. Hemos organizado proyectos sociales que tienen en sus objetivos llevar a los estudiantes a las comunidades más necesitadas a aplicar nuestros conocimientos para ayudar a resolver algunas cuestiones, para transmitir los conocimientos que hemos adquirido en nuestras universidades. Para intercambiar ideas sobre cómo podemos mejorar nuestra democracia.

Nosotros, los estudiantes, hemos tenido muchas oportunidades. Información, educación. Pero eso viene con una gran responsabilidad. Este año estamos teniendo una importante elección en Venezuela, nuestra Asamblea Nacional se renueva. Tenemos un proyecto llamado Voto Joven, que consiste en la organización para supervisar el proceso electoral, en este momento estamos desarrollando una campaña para que los jóvenes se inscriban para votar. En el día de la elección estaremos en las mesas como testigos y en las calles vigilantes, asegurándonos que la decisión que tomemos los venezolanos ese día, sea respetada.

Por último, quiero decirles cómo pueden ayudarnos. Su solidaridad es muy importante. Y quiero expresarles nuestra más profunda gratitud por este homenaje. Pero la incertidumbre está sobre todos los venezolanos que estamos aquí. No se que me pueda pasar cuando regrese a mi país. Al estar alerta de la situación y fijar posturas, darnos la oportunidad de hablar en sus países para contar nuestra historia y compartir nuestra experiencia, seguir intercambiando ideas y herramientas para hacer nuestros proyectos, es todo muy útil.

Espero que cuando termine esta presentación y antes de salir de aquí, tenga muchas nuevas tarjetas, contactos, consejos e invitaciones para reunirnos con jóvenes de sus países y compartir experiencias y aprender unos de otros con el fin volver y seguir promoviendo y construyendo el país que nosotros, los jóvenes, soñamos. Gracias.